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Clase 5.2 Peróxidos orgánicos

Hoy vamos a hablar sobre los peróxidos orgánicos, materias muy utilizadas en la industria, pero muy peligrosas debido a sus propiedades.

Los peróxidos orgánicos son compuestos orgánicos que contienen el grupo funcional peróxido (ROOR’). Si R’ es hidrógeno, el compuesto es denominado un hidroperóxido orgánico. Los perácidos tienen la estructura general RC(O)OOH mientras que los perésteres tienen la fórmula RC(O)OOR’ .

clase 5.2 peróxidos orgánicos

El enlace O-O se rompe fácilmente y forma radicales libres de la forma RO·. Esto hace que los peróxidos orgánicos sean muy útiles como iniciadores para algunos tipos de polimerización, tales como las resinas epoxi usadas en plástico reforzado con vidrio.

El MEKP y peróxido de benzoilo son usados comúnmente para este propósito. Sin embargo, la misma propiedad significa también que los peróxidos orgánicos pueden, tanto intencional o inintencionalmente, iniciar la polimerización explosiva en materiales con enlaces químicos insaturados, y este proceso ha sido utilizado en explosivos.

Muchos peróxidos orgánicos son altamente inflamables, materiales explosivos, frecuentemente potentes y volátiles. Una cantidad tan pequeña como 5 mg de peróxido de éter dietílico puede romper aparatos químicos de vidrio. Los peróxidos orgánicos, como sus contrapartes inorgánicos, son poderosos agentes blanqueadores.

Fuente: Wikipedia

Usos de los peróxidos orgánicos

Los peróxidos orgánicos encuentran usos numerosos en diversas industrias, como aceleradores, activadores, agentes de reticulación, curado y vulcanización, endurecedores, iniciadores de polimerización y promotores.

  • El peróxido de metiletilcetona, peróxido de benzoílo y, en menor grado, peróxido de acetona son usados como iniciadores radicalarios para la polimerización radicalaria de algunas resinas, como el poliéster y la silicona, frecuentemente encontradas en la elaboración de la fibra de vidrio.
  • El hidroperóxido de pinano es utilizado en la producción de goma sintética de estireno-butadieno.
  • El hidroperóxido de cumeno es un intermediario en el proceso del cumeno de la síntesis industrial del fenol.
  • El peróxido de acetona se ha vuelto un explosivo favorito de los paramilitares, debido a su fácil manufactura, a pesar de su inestabilidad. Es notable por su susceptibilidad al calor, fricción, y choque.
  • El hidroperóxido de tert-butilo (TBHP) es utilizado en una variedad de oxidaciones catalizadas por metales, como la epoxidación de Sharpless.

¿Qué materias se incluyen en la clase 5.2?

Las materias de la clase 5.2 se subdividen como sigue:

Definición según el ADR

Los peróxidos orgánicos son materias que contienen la estructura bivalente -0-0- y pueden ser consideradas como derivados del peróxido de hidrógeno, en el cual uno o dos de los átomos de hidrógeno son sustituidos por radicales orgánicos.

Propiedades

  • Los peróxidos orgánicos están sujetos a la descomposición exotérmica a temperaturas normal o elevada.
  • La descomposición puede producirse bajo el efecto del calor, del contacto con impurezas (por ejemplo, ácidos, compuestos de metales pesados, aminas, etc.), del frotamiento o del choque.
  • La velocidad de descomposición aumenta con la temperatura y varía según la composición del peróxido orgánico. La descomposición puede entrañar un desprendimiento de vapores o de gases inflamables o nocivos.
  • Para ciertos peróxidos orgánicos, es obligatoria una regulación de temperatura durante el transporte.
  • Algunos peróxidos orgánicos pueden sufrir una descomposición explosiva, sobre todo en condiciones de confinamiento. Esta característica puede ser modificada añadiendo diluyentes o empleando envases o embalajes apropiados.
  • Numerosos peróxidos orgánicos arden violentamente. Debe evitarse el contacto de los peróxidos orgánicos con los ojos. Algunos peróxidos orgánicos provocan lesiones graves en la córnea, incluso después de un contacto breve, o son corrosivos para la piel.

Clasificación

Todo peróxido orgánico se clasifica en la clase 5.2, salvo si la preparación de peróxido orgánico:

a) no contiene más de un 1,0% como máximo de oxígeno activo, y un 1,0% como máximo de peróxido de hidrógeno.

b) no contiene más de un 0,5% como máximo de oxígeno activo, y más del 1,0%, pero el 7,0% como máximo, de peróxido de hidrógeno.

Los peróxidos orgánicos se clasifican en siete tipos según el grado de peligrosidad que presenten:

  • Los tipos varían entre el tipo A, que no se admite al transporte en el envase o embalaje en el que haya sido sometido a los ensayos, y el tipo G, que no está sujeto a las disposiciones que se aplican a los peróxidos orgánicos de la clase 5.2.
  • La clasificación de los tipos B a F va en función de la cantidad máxima de materia autorizada por bulto.

Los peróxidos orgánicos NO aparecen en la Tabla A, como las demás mercancías peligrosas. Podrás encontrar todas sus características en el apartado 2.2.52.4.

Desensibilización de los peróxidos orgánicos

Para garantizar la seguridad durante el transporte de los peróxidos orgánicos, con frecuencia se los desensibiliza añadiéndoles materias orgánicas líquidas o sólidas, materias inorgánicas sólidas o agua.

Cuando está estipulado un determinado porcentaje de materia, se trata del porcentaje en peso, redondeado a la unidad más próxima. En general, la desensibilización debe ser tal que en caso de fuga el peróxido orgánico no pueda concentrarse en una medida peligrosa.

A menos que se indique otra cosa para una preparación determinada de peróxido orgánico, se aplicarán las definiciones siguientes a los diluyentes utilizados para la desensibilización:

Diluyentes del tipo A: son líquidos orgánicos compatibles con el peróxido orgánico y que tienen un punto de ebullición de al menos 150 ºC. Los diluyentes del tipo A pueden utilizarse para desensibilizar todos los peróxidos orgánicos.

Diluyentes del tipo B: son líquidos orgánicos compatibles con el peróxido orgánico y que tienen un punto de ebullición inferior a 150 ºC pero al menos igual a 60 ºC, y un punto de inflamación de 5 ºC como mínimo.

Los diluyentes del tipo B pueden ser utilizados para desensibilizar todo peróxido orgánico a condición de que el punto de ebullición del líquido sea al menos 60 ºC más elevado que la TDAA en un bulto de 50 Kg.

Otros diluyentes

Podrán añadirse otros diluyentes distintos de los tipos A o B a las preparaciones de peróxidos orgánicos enumerados en el apartado 2.2.52.4, a condición de que sean compatibles. No obstante, la sustitución, total o parcial, de un diluyente del tipo A o B por otro diluyente que tenga propiedades diferentes, obliga a efectuar una nueva evaluación de la preparación según el procedimiento normal de clasificación para la clase 5.2.

El agua sólo puede utilizarse para desensibilizar los peróxidos orgánicos que figuran en el apartado 2.2.52.4 o en la decisión de la autoridad competente, con la indicación «con agua» o «dispersión estable en agua».

Las muestras y las preparaciones de peróxidos orgánicos que no estén enumerados en el apartado 2.2.52.4 podrán también desensibilizarse con agua, a condición de que sean conformes con las disposiciones del apartado 2.2.52.1.9

Pueden utilizarse materias sólidas orgánicas e inorgánicas para desensibilizar los peróxidos orgánicos, a condición de que sean compatibles. Por materias compatibles líquidas o sólidas se entiende aquellas que no alteran ni la estabilidad térmica ni el tipo de peligrosidad de la preparación.

Disposiciones relativas a la regulación de la temperatura

Algunos peróxidos orgánicos sólo pueden transportarse en condiciones de regulación de temperatura.

La temperatura de regulación es la temperatura máxima a que puede transportarse sin riesgos el peróxido orgánico. Se parte de la hipótesis de que la temperatura en la proximidad inmediata del bulto durante el transporte sólo sobrepasará los 55 ºC durante un tiempo relativamente corto cada 24 horas. En caso de fallo del sistema de regulación, podrá ser necesario aplicar procedimientos de urgencia.

La temperatura crítica es la temperatura a la cual estos procedimientos deben ser puestos en funcionamiento.

Las temperaturas de regulación y crítica se calculan a partir de la temperatura de descomposición autoacelerada (TDAA), que es la temperatura más baja a la que puede producirse la descomposición autoacelerada de una materia en el envase/embalaje tal como se utiliza durante el transporte.

La TDAA debe determinarse con el fin de decidir si una materia debe ser sometida a regulación de temperatura durante el transporte.

Los siguientes peróxidos orgánicos están sometidos a regulación de temperatura durante el transporte:

  • Los peróxidos orgánicos de los tipos B y C que tengan una TDAA ≤ 50 ºC.
  • Los del tipo D que manifiesten un efecto medio al calentarse en el confinamiento y que tengan una TDAA ≤ 50 ºC, o que manifiesten un efecto débil o nulo al calentarse en confinamiento y que tengan una TDAA ≤ 45 ºC.
  • Los que pertenezcan a los tipos E y F que tengan una TDAA ≤ 45 ºC.

La temperatura de regulación, así como la temperatura crítica, en su caso, están enumeradas en el apartado 2.2.52.4. La temperatura real de transporte podrá ser inferior a la temperatura de regulación, pero debe ser fijada de forma que se evite una separación peligrosa de fases.

Materias no admitidas al transporte

Los peróxidos orgánicos de tipo A no se admiten al transporte en las condiciones de la clase 5.2.

Te dejo un video muy cortito sobre un derrame de peróxidos orgánicos ocurrido en Telde, Gran Canaria en el año 2010 .

Y hasta aquí la clase 5.2 ¿Qué te ha parecido? ¿Conocías los peróxidos orgánicos? ¿Sabías que eran tan peligrosos?

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